Para empezar, un rico consomé de pollo o una sopa del día, seguida de nuestro plato fuerte, que es usualmente carne o guisado, con una variedad infinita de salsas con métodos tradicionales de preparación. Tu comida la puedes acompañar con un vaso de agua fresca del día, de jamaica, horchata, tamarindo o limón. Y cerrar con un postre o café.